¿Adivinan qué suena en casa? The House is rockin'

Hoy se cumplen 21 años desde aquel desgraciado accidente de helicóptero en el que murieron cinco personas, una de ellas Stevie Ray Vaughan.
Hoy no sabemos que sería de él ni qué estilo musical hubiese preferido, aunque en sus últimos discos vemos una cierta inclinación hacia el jazz. 
Empezó a ser conocido mundialmente a principios de los ochenta gracias a la inestimable ayuda de los Rolling Stones y David Bowie, aunque éste último en su propio interés y hubo una guerra de egos, cuando Bowie quiso prohibir las drogas o hacer que se vistiera, en palabras de Stevie, como un marica. Stevie con su mentalidad sureña no lo aceptó y abandonó la gira precipitadamente, dejando, eso sí, una valiosa colaboración en el disco Let's Dance. La verdad es que no me imagino a Stevie con mallas y dejando que Bowie lamiera las cuerdas de su guitarra emulando una felación. Pero había algo más, a saber: sueldo, que no aceptara que Double Trouble, su grupo, fuesen los teloneros de la gira, etc. Vaughan no toleró la actitud hipócrita de Bowie: yo me drogo tanto como quiero, pero los demás deben estar limpios.
Después de eso fue John Hammond, el mismo que descubriera a Billie Holiday, Bob Dylan o Bruce Springsteen quien le ofreció grabar para el sello Epic.
Pues eso, hoy en casa suena Stevie Ray Vaughan.
Desde 1990 he sido seguidor he intentando conseguir todo lo posible en vinilo y cd: rarezas, colaboraciones... Hoy en día es mucho más fácil, pero al principio gasté un dineral por discos que hoy se encuentran sin problema.
Hasta ahora presumía de conocer todo lo editado. Incluso, en mi primer viaje a Japón, compré un vinilo de Don Johnson (Heartbeat). Sí, no es para sentirse orgulloso, es uno de los peores discos, no ya en los que haya colaborado Stevie, sino de todo lo editado en la historia de la música. Pero así somos los seguidores y a veces queremos más, queremos seguir escuchando cosas nuevas donde aparezca tu ídolo... Aunque no estoy tan loco, sólo me costó 100 yenes, unas cien pesetas mal calculadas, un euro si aplicamos el redondeo al que nos hemos vistos sometidos.
Hace unas semanas mi suegro Pere me hizo un regalo de incalculable valor (sentimental por lo menos) cuando sacó de su colección de vinilos uno de un tal Bennie Wallace. Me preguntó si lo conocía, le dije que no y al ver en la portada el nombre de Stevie Ray Vaughan me quedé sin palabras. Me dijo que era mío, que me lo podía quedar.
Yo que he trabajado la mitad de mi vida laboral en tiendas de discos, que me he pateado medio mundo visitando muchas de ellas y otras de segunda mano, yo que visito los portales de segunda mano casi a diario, que investigo continuamente en Internet, yo que vivo en mi mundo solipsista... Yo desconocía Bennie Wallace y un álbum en el que Stevie toca en dos maravillosas piezas: All night dance y Troubled in mind. El disco además tiene colaboraciones de John Scofield y Dr John, lleva por título Twilight Time y está editado por el sello Blue Note en 1985. Una verdadera obra de arte que quiero compartir hoy, en el día que Stevie Ray Vaughan merece ser recordado como uno de los mejores guitarristas de la historia.



Borges cumpliría hoy 112 años

Últimamente se me llena la boca con Borges. El fin de semana pasado sin ir más lejos lo nombré a propósito de una cita de Stephen Hawking que nos contó @Gancedo. Y es que la sentencia que pronunció el propio Hawking en persona, parecía extraída de un relato de Borges. Decía así: “Quizás el tiempo sólo sea una herramienta creada por nuestro cerebro para ordenar las experiencias vividas”.
A decir verdad, yo sé muy poco acerca de Jorge Luis Borges. Hoy he conocido la fecha del aniversario de su nacimiento gracias al logo que Google ha utilizado para rendirle homenaje.
He leído dos de sus libros, algunos poemas y cuentos, y poca cosa más. También he de admitir que no siempre entendí lo que leí. Aun y así, leer a Borges es un placer. Vas leyendo y no quieres dejarlo aunque no comprendas lo que lees. Eso es algo que nos pasa a algunos lectores con ciertos escritores: nos gusta el ritmo, como suenan en nuestra cabeza las palabras que construyen frases y que van alimentando nuestra mente sin darnos cuenta.
Un ejemplo claro de lo que quiero decir lo encontré en el relato Tlön, Uqbar, Orbis Tertius. Y de ese relato copio y pego un fragmento, mi pasaje favorito, en el que uno tiene la sensación que de repente lo comprende todo, no sólo la narración, sino que también entiende o le pone palabras a una serie de ideas que ha adquirido a lo largo de su vida pero que nunca supo explicar demasiado bien. Incluso ahora que esas ideas o teorías tienen palabras (aunque las haya escrito otro) resulta difícil explicarlas. Por lo poco que conozco hasta ahora de su obra, puedo decir que para alguien como Borges eso era sencillo. La cita de Hawking que @Gancedo oyó en persona, demuestra que Borges se adelantó a su tiempo.

Hasta la frase "todos los aspectos" es rechazable, porque supone la imposible adición del instante presente y de los pretéritos. Tampoco es lícito el plural "los pretéritos", porque supone otra operación imposible... Una de las escuelas de Tlön llega a negar el tiempo: razona que el presente es indefinido, que el futuro no tiene realidad sino como esperanza presente, que el pasado no tiene realidad sino como recuerdo presente*. Otra escuela declara que ha transcurrido ya todo el tiempo y que nuestra vida es apenas el recuerdo o reflejo crepuscular, y sin duda falseado y mutilado, de un proceso irrecuperable. Otra, que la historia del universo -y en ellas nuestras vidas y el más tenue detalle de nuestras vidas- es la escritura que produce un dios subalterno para entenderse con un demonio. Otra, que el universo es comparable a esas criptografías en las que no valen todos los símbolos y que sólo es verdad lo que sucede cada trescientas noches. Otra, que mientras dormimos aquí, estamos despiertos en otro lado y que así cada hombre es dos hombres.

*Russell. (The Analisis of Mind, 1921, página 159) supone que el planeta ha sido creado hace pocos minutos, provisto de una humanidad que "recuerda" un pasado ilusorio.


Leer entero el relato Aquí

Sábado de segunda mano

La mañana del sábado pasado la dediqué a buscar libros y discos de segunda mano. No empleé el tiempo necesario que he dedicado en otras ocasiones, pero aun y así la hora en la tienda resultó fructífera y, por muy poco dinero (sólo 3,50 euros), me agencié tres libros y seis vinilos. Todo estaba en muy buen estado y, después de escuchar los vinilos, sólo hay uno que tal vez algún día lo volveré a vender. Por la tarde me tocaba trabajar y ya iba un poco justo de tiempo, así que decidí comer algo rápido en Barcelona y en algún sitio que me quedase cerca del trabajo.
Un sábado y en agosto... No voy a perder tiempo explicando cómo acabé en un restaurante chino. Apenas disponía de media hora para comer. Pero sí voy a resumir lo poco que capté de la conversación que mantenían, justo en la mesa de atrás, dos hombres de unos cuarenta años. Cuando llegué ya estaban charlando y el camarero, a pesar de que había poca gente en el local, me ofreció la mejor localidad para seguir un diálogo que, en ocasiones, parecía escrito para una película al estilo Pulp Fiction o Clerks, y en otras parecía que todo fuese una broma grabada con cámara oculta. Uno tenía acento extranjero y le pondré de nombre E. El otro diría que era de Barcelona y le pondré de nombre B. No me voy a inventar nada, sólo escribo lo que pude captar, de forma fragmentada, desde que llegué hasta que salí del restaurante. Por cierto, al salir y de camino al trabajo, me tropecé con el stencil de la foto.
Me siento, miro la carta, aunque ya sé lo que voy a pedir y el camarero también, algunos clientes somos demasiado obvios. Sin querer empiezo a prestar atención a lo que dicen E y B.
E- Sí tío, aquí hay putas de muchos países... Rumanas, Rusas, Sudamericanas, Africanas, Chinas...
B- ¿En Francia no hay?
E- ¿Putas?

A partir de ahí hablan en un tono más bajo y dejo de entender qué dicen hasta que empiezan a hablar de música.

B- Tío a tu padre le encantaría, suena genial. Es un amplificador a válvulas...
E- Sí tío, es así como debe sonar la música, en vinilo y con ese tipo de amplificadores... Una vez me dijo un chaval que entiende de alta fidelidad, que esa es la mejor manera...
B- Sí, tío, y los cables libres de oxígeno.
E- Sí tío, libres de oxígeno.
B- Además los discos de vinilo suenan mejor, aunque sean grabaciones en mono, el sonido tiene más cuerpo.
E- Acabo de comprar en Internet varios vinilos a un precio genial... Todo jazz...
B- ¿Qué dices tío? ¿En Ebay?
E- Sí en Ebay tío, es un puto vicio estoy enfermo..
B- Ja, ja, ja... estamos enfermos tío, es que claro, a veces empiezas y es tan fácil...
E- También compro monedas.
B- ¿Monedas?
E- Sí, colecciono monedas desde hace muchos años...
B- Pero ¿cómo sabes que no te estafan, que no son imitaciones?
E- Lo sé, tío, yo entiendo mucho del tema.
B- Sí, claro tío.
E- Mi padre flipó con lo de Frank Sinatra.
B- ¡Buah! es que lo pensé, tío, son de otra época, eso ahora no pasa, si lo pones en su contexto es la hostia. Estuvo en ese concierto, ¿no?
E- Sí tío, pero claro, Frank no firmaba nunca, así que todo lo que veas en Ebay es falso.
B- No jodas.
E- Sí tío, era el puto amo.
B- No me lo puedo creer, Frank Sinatra, tío... Esto la gente de hoy en día no lo valora...
E- Las monedas tío... Frank Sinatra tío... Vaya conversación ja, ja, ja...
B- Ja.. ja.. ja.. ¡Ah! gracias por el Iphone, tío, mi padre está flipando. Cuando ve que lo tiene todo ahí... las fotos, la música... La música ordenada por jazz vocal, jazz 50's,... tío...
E- ¡Y los vídeos! Me alegro que le gustase ¿Qué tal está?
B- ¿Mi padre? Está muy bien, mañana comemos juntos, ya verás cómo se alegra de verte...
E- Las putas, tío, aquí hay putas de muchos países tío...
 Acabé de comer, pagué y salí de allí... Vaya par... menudo diálogo.

Terrassa - Barcelona 06/08/2011

Destruir, dice

Creía que ya había leído "Destruir, dice" quince o dieciséis años atrás, pero no he recordado absolutamente nada mientras lo he vuelto a leer hoy. Así que, una de dos:
a) estaba equivocado.
b) tengo menos memoria de la que merezco para mi edad y más si consideramos mi entrenamiento mental.

Mientras escribo esta entrada estoy leyendo también "Escribir" de la misma autora. Y de ahí viene que quisiera volver a leer "Destruir, dice". No voy a profundizar sobre ninguna de las dos obras, ya hay en Internet páginas* con información sobre ellas, personas que se han dedicado a hacerlo antes y mucho mejor que lo haría yo.
A mí me interesan más las sensaciones. Porque leer a Duras es lo que tiene, transmite. No voy hacer aquí un chiste fácil adjetivando el tipo de sensaciones que transmite, tan sólo diré que esas sensaciones te hacen perder el equilibrio.
En Twitter hay cinco cuentas que sigo/me siguen y que bien podrían ser personajes de esa obra de teatro de Duras que es "Destruir, dice". Digo podrían porque de un tiempo a esta parte soy más solipsista que nunca y, como todo forma parte de mi mente, de momento no me incluyo en el reparto. Y digo de momento porque pronto todos los personajes Tuiteros se van a convertir en personas de carne y hueso. Vamos a compartir la lectura de un libro y después lo comentaremos en una cena (en un principio era sólo un café, pero la cosa se fue haciendo grande y no sería de extrañar que se acabe convirtiendo en una semana los seis, o los que se vayan añadiendo, pasándola todos juntos en un crucero en un maratón de libros. NOTA MENTAL: si fuese así me pido como lectura compartida la trilogía de Corfú de Gerald Durrell e ir a dicha isla griega).
Pero a lo que iba, el libro elegido por uno de los personajes ya está en mis manos. Se trata del escritor polaco Jerzy Pilch y la novela "Otros Placeres". La persona que lo ha elegido (de hecho todo empezó con ella, por recomendarnos algo de literatura polaca) es @Karostra y tiene un blog sensacional Libro_génica. Además, por su blog y sus tweets, me he dado cuenta de que es la persona que más sabe de Haruki Murakami y su obra de entre todas las personas que he leído que han  escrito sobre él.
En fin, sigo con mis divagaciones a propósito de Marguerite Duras. Hace poco, otro de los personajes tuiteros que forman parte de la obra, lanzó un tweet donde recomendaba una entrada en un blog* sobre "Escribir" de Marguerite Duras. El personaje es @Gancedo y se mostraba tan entusiasmado que obviamente entré, leí y lo quise también para mí. Curiosamente había allí un comentario de @Karostra y en la reseña se la cita como culpable, también esta vez, de descubrir al autor del blog dicho libro. O sea, muchas señales, y yo, como siempre, las sigo, nunca fallan. Total, que fui a comprar el libro de Pilch y saliendo de la librería me crucé por casualidad con Escribir. Lo demás está de más...
Por cierto, @Gancedo acaba de colaborar en el blog de @Karostra con una reseña sobre "El Fin Del Mundo y El Despiadado País de las Maravillas" de Haruki Murakami después de que hicieran una lectura conjunta que recomiendo leer.

 * reseña en el blog Libro_génica de Escribir
 * reseña en el blog Galletas Chinas de Escribir

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